Nueva Ciudad de Cádiz, Cubagua

Primera de Suramérica con título. 12 de septiembre de 1528.

jueves, 30 de abril de 2015

Juan de Castellanos. Elegía XIII / Canto Tercero: Cubagua - Museo Nueva Cádiz.

Juan de Castellanos.
Elegía XIII / Canto Tercero
Cubagua.


                                   Fuertes vientos. Theodore de Bry, s/f.



La vida de la ciudad de Nueva Cádiz de Cubagua fue corta y ampliamente destructiva tanto que terminó arrasada por el coletazo de un huracán, tal y como lo describe Juan de Castellanos, en su libro Elegías de Varones Ilustres de las Indias*:


Elegía XIII / Canto Tercero:


Seria por el año de cuarenta
y tres con el millar y los quinientos,
cuando cierta señal nos representa
bravos y furiosos movimientos:
siguióse después desto tal tormenta
que hizo despertar los soñalientos,
de todos vientos rigurosa guerra,
y el mar mucho más alto que la tierra.
El agua de los cielos era tanta,
y con tan grandes ímpetus venia,
que el más entero brío se quebranta,
y el ánimo más fuerte más temía:
ruido temeroso se levanta
que de la mar y la tierra procedía,
sobrevino la noche muy escura,
y con ella grandísima tristura.
no se hallaba ya cosa viviente
que tuviese seguro de su vida,
porque la calle va como creciente
de ríos con furor de la venida;
en las cosas no pueden parar gente
por las amenazar con su caída,
y lo que más seguro parecía
peligro, mal y muerte prometía
salíamos ansí desta manera
aquí y allí peligros al encuentro,
pues era grande riesgo salir fuera,
peligro de la vida quedar dentro:
tiembla la isla todos donde quiera
por aire conmovida desde el centro,
aquel que poseía mejor suerte
estaba ya gustando de la muerte (…)
huir de las paredes y del muro
parecía remedio más seguro (…)
oíamos murmurios y bullicios,
no con falaces cantos de serenas;
aquí y allí caían edificios,
las altas azoteas, las almenas,
la casa de los santos sacrificios,
moradas que yo vi ricas y buenas:
aquí sonaban voces y allí gritos,
aquellos con temor, estos aflitos.
Lo mejor y lo más fortalecido
con la gran tempestad viene cayendo (…)
el cielo se mostró de nubes lleno,
y el fuego celestial viene rasgando
la nube por el más espeso seno;
y aquella furia con que va pasando
es la causa de dar horrible trueno,
poniendo gran temor á los mortales
sin uso de razón y racionales.
Tal y tan grande estruendo se hacia
cuando con tantas lluvias y temblores
la más gruesa pared de cantería
caía con los altos corredores;
cuyo grave ruido nos ponía
grandísimos espantos y temores (…)
al fin ceso la fuerza de los vientos
y llegaron las horas de bonanza:
ningunos muertos, pero descontentos
determinados a hacer mudanza (…)





*Juan de Castellanos fue nombrado tesorero de Cubagua en 1531 y vivió en la isla, entre 1540-1542.



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