ESCLAVOS
DE LAS PERLAS
Del
pulmón a la escafandra
LA
ESCAFANDRA
DE SIEBE A LA ACTUALIDAD
La escafandra es un
traje especial que sirve para permanecer y trabajar debajo del agua. La primera
escafandra de Siebe, llamada así en honor a su creador Augustus Siebe, fue
fabricada en 1818 y se caracterizaba por un casco metálico ligeramente
esférico, con un peto en la parte inferior que el buzo se apoyaba sobre los
hombros. La pieza metálica iba unida a una especie de chaqueta de cuero que le
llegaba hasta la cintura por donde expulsaba el aire sobrante de la
respiración. Sin embargo, tenía el inconveniente de que si el buzo inclinaba la
cabeza más de lo debido se le escapaba el aire.
En 1837 apareció el
traje completo de buzo clásico, que cubría todo el cuerpo y estaba
confeccionado con tejido impermeable, el casco era de cobre y tenía tres
aberturas circulares que le permitían al buzo un amplio campo visual. El ajuste
del casco con el traje se hacía por medio de una arandela localizada en la
parte superior del traje quedando completamente hermético.
El buzo usaba
zapatos con suelas de plomo y un contrapeso en el pecho y la espalda, que
servían para equilibrar el empuje de la inmersión. Este equipamiento le dio al
buzo el peso necesario para moverse en el fondo del mar.
La escafandra
estaba conectada a una maquinaria ubicada sobre la embarcación y ambas se unían
a través de dos mangueras. La primera es una cuerda de seguridad fijada al
cinturón del buzo, permitiéndole comunicarse con la superficie por medio de
tirones convencionales. La otra manguera se conoce como tubo flexible, estaba
ubicada en el casco y funcionaba como compresor de aire, para que el buzo
pudiera respirar con facilidad debajo del agua. En la parte inferior, existía
una válvula que permitía eliminar el aire e imposibilitaba el retorno por el
tubo.
El traje de Siebe
resulto un éxito en su momento, fue utilizado por las marinas militares y buzos
profesionales de casi todo el mundo. Sin embargo, tenía problemas con las
diferentes presiones que se creaban en el interior. Esto ocasionó problemas en
los buzos como el conocido “golpe de ventosa” y la “subida en balón”,
accidentes frecuentes que en muchos casos conllevaban a la muerte y en otros,
dejaban al buzo discapacitado de por vida. Aun así, la tecnología avanzada y
los equipos se hicieron más seguros, permitiéndole al buzo más autonomía y
eficacia, para explorar cotas más profundas.
AUGUSTUS SIEBE (1788 –
1872)
Fue uno de los
principales inventores que contribuyó al desarrollo de la escafandra de buceo
durante la primera mitad del siglo XIX. Durante su juventud abandonó su Sajonia
Natal para estudiar en Berlín. En esa ciudad demostró sus talentos en el arte
de la fabricación y reparación de instrumentos y mecanismos de todo tipo, por
lo que sirvió como ingeniero de artillería durante las guerras napoleónicas.
Augustus Siebe (1788–1872) by
Ernest August Becker, 1859. Oil on canvas, 126 x 113 cm (estimated).
En 1819 se instaló
en Londres. Sus inventos le hicieron ganar un premio concedido por la Royal
Society of Arts y ganó cierta popularidad como inventor. Más tarde, en 1823,
los hermanos John y Charles Deane
desarrollaron un casco anti-humo para los bomberos, que adaptaron para una
empresa que fundaron en 1825, especializada en la recuperación submarina de
redes y anclas.
En 1830 quisieron
perfeccionar su casco de buceo y reclamaron la ayuda a Siebe, pues ya era un
inventor reconocido. Siebe diseñó entones un casco que fue mejorado por el
francés Joseph-Martin Cabirol en 1855. Satisfecho de los éxitos obtenidos se
asoció a su yerno Gorman y fundó la compañía Siebe Gorman Ltd; especializada en
la fabricación de equipos y trajes de buceo así como en toda clase de trabajos
submarinos.
En Venezuela,
durante el gobierno de Cipriano Castro, en 1902, se inicia la explotación de
perlas con buzos de escafandra. La actividad se llevó a cabo por medio de la
concesión a una compañía inglesa, la cual operó por poco tiempo, pasando la
explotación a manos de pequeños empresarios.
Algunos de ellos,
llegaron a poseer hasta 18 equipos que eran operados por pequeñas unidades
pesqueras, cada una de las cuales tenía un buzo.
Se trabajaba hasta
una profundidad de 9 brazas (unos 16 metros). En esta época se realizaron
intentos por llegar a profundidades mayores de 14 brazas pero tuvieron que ser
abandonados, puesto que los buzos sufrían de calambres y hemorragias.
El buceo con
escafandra se utilizó por última vez en 1961.
La mayor producción
perlera de los tiempos modernos se produjo en 1943, con un volumen de unos
1.300 kilogramos de perlas. La temporada de pesca se abría en enero y se
cerraba el 30 de abril.
PARTES DEL TRAJE DE BUZO DE
ESCAFANDRA
Nicolás Ferdinandov. Traje de buzo, 1919. Acuarela y grafito sobre cartulina.
(1) Casco esférico de bronce, con mirillas al frente y a los lados, el
cual se atornillaba a un (2) peto, también de bronce, que llevaba (3)
pesas de plomo sobre el pecho y la espalda para equilibrar al buzo. A su
vez, el peto se unía herméticamente a un (4) traje de cuero para impedir
la entrada de agua y proteger al buzo contra el frío. Los pies se cubrían con (5)
pesados zapatones de plomo. El aire llegaba a la escafandra por un tubo de
goma conectado a una válvula, y era expulsado por otra de éstas.
Nicolás
Ferdinandov.
Cámara y buzos operando en el fondo del
mar, 1919. Grafito y guache sobre cartulina.
Nicolás Ferdinandov. Pescadores de perlas en Porlamar, 1918. Guache
y creyón sobre cartulina.
María Irene Kiss. “Isla Margarita - Pescando Perlas 1” en Dibujos a tinta y lápiz para History
Channel: Historia Secreta (de las capitales latinoamericanas).
María Irene Kiss. “Isla Margarita - Pescando Perlas 2” en Dibujos a tinta y lápiz para History
Channel: Historia Secreta (de las capitales latinoamericanas).
En la isla de Cubagua, que hoy en
día conforma junto con las de Margarita y Coche el estado Nueva Esparta, se
desarrolló el primer asentamiento español en suelo venezolano, La Ciudad de
Nueva Cádiz, y su existencia inicial se debió a la extracción de las perlas,
que abundaban en sus aguas y que desaparecieron debido a su explotación
irracional. Según cifras establecidas por el historiador Enrique Otte, en toda
su historia el quinto de Cubagua tuvo una producción de 11.877,20 kilos,
promediando alrededor de 410 kilos anuales.
PESCADORES DE PERLAS
PRIMERA DESCRIPCIÓN DE CUBAGUA, POR EL
SACERDOTE JUAN DE CASTELLANOS (1522-1607):
…aunque es estéril y pequeña, Sin
recurso de río ni de fuente, Sin árbol y sin rama para leña sino cardos y
espinas solamente; Sus faltas enmendó naturaleza con una prosperísima
riqueza. Pues sembró por placeles principales,…riquísimos ostiales, dedo
se sacan perlas escelentes,…
Desde su llegada, los españoles se dedicaron
a organizar el rescate de las perlas, usando para ello a los nativos americanos
y más adelante a los esclavos negros traídos de las costas africanas.
Inicialmente se pescaba en una pequeña
canoa, con una marinería comprendida entre 6 y 8 personas. En 1524
se trajeron canoas más grandes con capacidad para unos 15 individuos, a
mediados del siglo XVI eran utilizadas canoas grandes con capacidad para
24 personas, y a principios del siglo XVII se mencionan grandes fragatas
de velas latinas.
Juan
de Castellanos. Óleo/tela de Ricardo Moros Urbina, s/f.
DESCRIPCIÓN MÁS ANTIGUA DEL TRABAJO DE LOS BUZOS, POR FRAY BARTOLOMÉ DE
LAS CASAS (1474-1566):
“… mandan que se echen al agua; zambúllense y van hasta el suelo y allí cogen
las ostias que tienen las perlas, y hinchen dellas unas redecillas que
llevan al pescuezo o asidas a un cordel que llevan ceñido, y con ellas o
sin ellas suben arriba a resollar, porque no siempre donde se zambullen las
hallan,… e a las veces les dan de varazos que se zambullan, y siempre
todo este tiempo nadando y sosteniéndose sobre sus brazos; … desde que sale hasta que se pone el sol, y
así todo el año si llegan allá…Algunas veces se zambullen y no tornan jamás
a salir; o porque se ahogan cansados
y sin fuerzas y por no poder resollar, o porque algunas bestias marinas los
matan o tragan."
Bartolomé de
las Casas. Dominio público, s/f.
Canoa para la
pesca de las perlas (tomado de The
Drake Manuscript: in the Pierpont Morgan Librery. Facsímil de la edición
realizada en 1588, Londres, Andre Deutsch Limited, 1996).
ESCLAVOS INDÍGENAS Y ESCLAVOS
AFRICANOS
La primera importación de esclavos africanos a Cubagua se lleva a cabo
en 1526, 14 años después de iniciado el
tráfico de esclavos indígenas desde las Bahamas para realizar la pesca de
perlas.
Por Real Cédula, en 1531 se restringe el número de horas de buceo de
los pescadores a 4 por día a 13, 36 m. de profundidad.
Para 1558, a
consecuencia de los relatos de maltratos hacia los buzos de Fray Bartolomé de
Las Casas, por Real Cédula se prohíbe la esclavización de indígenas para la
extracción de perlas, aunque se continuó permitiendo la utilización de
esclavos africanos para tal fin.
ORDENANZAS Y CASTIGOS
Luego de recogidas las conchas eran colocadas en la arena, y allí se
abrían a consecuencia del calor del sol, posteriormente se sacaba la comida y
las perlas de su concha con cuchillos.
Las Ordenanzas que se hicieron para regular la vida que llevaban las personas
involucradas en la extracción de las perlas, disponían que si alguien se
robaba una perla corría el peligro de ser azotado y si volvía a
hacerlo le cortaban las orejas y lo echaban al abandono. A los
buzos que fallecían los lanzaban al mar, lo que atraía a los tiburones, por lo
que en 1537 se prohibió dicha costumbre
y quienes desbullaran las ostras debían hacerlo completamente desnudos para
evitar los robos.
“Esta concha
crece donde se pescan las perlas, en esta concha se encuentra un cierto pelo
como de humano, de color dorado y es utilizado por los negros para aliviar el
dolor de oído causado por la presión que deben sorportar al sumergirse en busca
de las perlas”. (Tomado de The Drake Manuscript: in the
Pierpont Morgan Librery. Facsímil de la edición
realizada en 1588, Londres, Andre Deutsch Limited, 1996).
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