Nueva Ciudad de Cádiz, Cubagua

Primera de Suramérica con título. 12 de septiembre de 1528.

MUSEO NUEVA CÁDIZ

El edificio que hoy sirve de sede al Museo Nueva Cádiz fue construido entre los años 1609 y 1612, por el gobernador de Margarita para entonces, Don Bernardo de Vargas Machuca, y tenía dos finalidades: la planta baja se dedicó a la cárcel púbica y la planta alta se dedicó al cabildo o al ayuntamiento.

JARDÍN DEL MUSEO NUEVA CÁDIZ

En él se hallan una amplia variedad de árboles ornamentales y frutales. Entre ellos el denominado “Pandano” una planta tropical con el tronco ramificado y curvado que puede alcanzar varios metros de altura.

LAS PERLAS DE CUBAGUA

La isla de Cubagua que conforma junto con las de Margarita y Coche el estado Nueva Esparta de Venezuela, fue el primer asentamiento español en suelo venezolano y su existencia inicial se debió fundamentalmente a la extracción de las perlas que abundaban en sus aguas y que desaparecieron debido a su explotación irracional.

RUINAS DE LA CIUDAD DE NUEVA CÁDIZ

Nueva Cádiz fue la primera ciudad española de Sur América, organizada en 1526 como Villa de Santiago y luego en 1528 obtuvo formalmente el título de ciudad de Nueva Cádiz. Allí se ejerció una explotación perlífera inmisericorde que les permitió a los conquistadores construir una ciudad relativamente grande, con dos iglesias, otros edificios públicos y de habitación.

ESCULTURAS DE JESÚS CRISTO

Esculturas que reflejan la vida y obra de Jesús Cristo de autoría anónima. “Humildad y Paciencia” y “Jesús atado a la Columna”. Fueron usadas en la Semana Santa de la ciudad de La Asunción.

jueves, 30 de abril de 2015

Juan de Castellanos. Elegía XIII / Canto Tercero: Cubagua - Museo Nueva Cádiz.

Juan de Castellanos.
Elegía XIII / Canto Tercero
Cubagua.


                                   Fuertes vientos. Theodore de Bry, s/f.



La vida de la ciudad de Nueva Cádiz de Cubagua fue corta y ampliamente destructiva tanto que terminó arrasada por el coletazo de un huracán, tal y como lo describe Juan de Castellanos, en su libro Elegías de Varones Ilustres de las Indias*:


Elegía XIII / Canto Tercero:


Seria por el año de cuarenta
y tres con el millar y los quinientos,
cuando cierta señal nos representa
bravos y furiosos movimientos:
siguióse después desto tal tormenta
que hizo despertar los soñalientos,
de todos vientos rigurosa guerra,
y el mar mucho más alto que la tierra.
El agua de los cielos era tanta,
y con tan grandes ímpetus venia,
que el más entero brío se quebranta,
y el ánimo más fuerte más temía:
ruido temeroso se levanta
que de la mar y la tierra procedía,
sobrevino la noche muy escura,
y con ella grandísima tristura.
no se hallaba ya cosa viviente
que tuviese seguro de su vida,
porque la calle va como creciente
de ríos con furor de la venida;
en las cosas no pueden parar gente
por las amenazar con su caída,
y lo que más seguro parecía
peligro, mal y muerte prometía
salíamos ansí desta manera
aquí y allí peligros al encuentro,
pues era grande riesgo salir fuera,
peligro de la vida quedar dentro:
tiembla la isla todos donde quiera
por aire conmovida desde el centro,
aquel que poseía mejor suerte
estaba ya gustando de la muerte (…)
huir de las paredes y del muro
parecía remedio más seguro (…)
oíamos murmurios y bullicios,
no con falaces cantos de serenas;
aquí y allí caían edificios,
las altas azoteas, las almenas,
la casa de los santos sacrificios,
moradas que yo vi ricas y buenas:
aquí sonaban voces y allí gritos,
aquellos con temor, estos aflitos.
Lo mejor y lo más fortalecido
con la gran tempestad viene cayendo (…)
el cielo se mostró de nubes lleno,
y el fuego celestial viene rasgando
la nube por el más espeso seno;
y aquella furia con que va pasando
es la causa de dar horrible trueno,
poniendo gran temor á los mortales
sin uso de razón y racionales.
Tal y tan grande estruendo se hacia
cuando con tantas lluvias y temblores
la más gruesa pared de cantería
caía con los altos corredores;
cuyo grave ruido nos ponía
grandísimos espantos y temores (…)
al fin ceso la fuerza de los vientos
y llegaron las horas de bonanza:
ningunos muertos, pero descontentos
determinados a hacer mudanza (…)





*Juan de Castellanos fue nombrado tesorero de Cubagua en 1531 y vivió en la isla, entre 1540-1542.



Nueva Cádiz: los piratas - Museo Nueva Cádiz.

Nueva Cádiz: los piratas.





La piratería es una práctica que consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. También se aplica a aquellos ataques realizados desde el mar contra buques y posiciones en tierra para robar o conquistar, pero sin hacerlo en nombre de ningún Estado, al menos oficialmente.


Durante los primeros siglos de la colonización los piratas abundaron en el Mar Caribe. Hay que tener en cuenta que los Reyes Católicos en 1495 permitieron a todos sus súbditos tripular naves a las indias; lo que hizo que muchas embarcaciones se lanzaran al Atlántico sin la debida preparación, siendo presa fácil para los lobos del mar.


Entre los piratas debemos distinguir a los llamados corsarios que actuaban por  cuenta de sus reyes, quedándose con parte del botín. Por su lado, los simples aventureros y ladrones del Caribe fueron también conocidos con el nombre de bucaneros, pues sus tripulaciones se nutrían de habitantes de carne al bucán, es decir ahumada. Otro tipo de bandidos del mar fueron los filibusteros, especialistas tanto en el robo y pillaje de barcos como en el contrabando.


Cubagua sufrió varias veces el ataque de los piratas. La primera excursión pirata registrada ocurrió en 1527, durante el auge de la explotación de las perlas. Pero a medida que el negocio de las perlas decaía, la ciudad sufrió más y más ataques piratas, atraídos por las noticias de su riqueza, y por el hecho de que un fuerte sismo destruyó en 1530 la fortaleza hecha por Jácome de Castellón en la desembocadura del río Manzanares, lo que redujo considerablemente la capacidad militar de los colonos españoles. Los piratas y los fenómenos naturales se combinaron una vez y más luego del tsunami de 1541, cuando piratas franceses quemaron lo que quedaba en pié de Nueva Cádiz.




¿Cuáles eran los problemas de abastecimiento de Cubagua? - Museo Nueva Cádiz.

¿Cuáles eran los problemas
de abastecimiento de Cubagua?


                                                                        Castillo de Cumaná.



No obstante, las cosas más cotosas y raras en Cubagua no fueron las perlas, sino lo necesario para la vida cotidiana: el agua, el alimento y el abrigo. Excepto algunos animales domésticos como gallinas y cerdos, la comida y el agua eran importadas. La piedra, la madera venían de Margarita y la Tierra Firme. Los productos manufacturados como armas, cañones, telas finas, ropas de calidad, provenían de lugares aún más lejanos como Santo Domingo y España. Los españoles mantuvieron un estilo de vida bastante lujoso que fue mantenido de manera descuidada aunque la extracción de perlas disminuía.


Además, la carencia de recursos locales y la gran cantidad de riqueza disponible hizo que los precios se dispararan, lo que infló mucho el precio de los bienes necesarios. Los precios en Cubagua, de hecho eran el doble que los de Santo Domingo. Todos los recursos aún los más elementales, eran preciosos en aquella isla “estéril e inamena”, como la describió Castellanos. Por ejemplo, la importancia crítica del agua la demuestran estas líneas lascasianas, que muestran los grandes trabajos que tuvieron que pasar los colonizadores para asegurar su suministro:


Fue por capitán désta gente un vecino de la ciudad de Santo Domingo, llamado Jácome Castellón; éste fue y llevó alguna gente y tomó de la gente que estaba en la isla de Cubagua en la dicha pesquería de perlas, y junta pudo, pasó a la tierra firme, siete leguas de allí por la mar, y asentóse con ella a la boca del dicho río de Cumaná (hoy Manzanares), donde ya tuvo segura el agua para que pudiesen venir por ella libremente los que quedaban en la dicha isleta. Desde allí envió cuadrillas de españoles tras los indios, mato muchos de ellos y hizo muchos esclavos, que es lo que después del oro es lo más deseado de los españoles; los que no pudo haber asegurólos que no rescibirian más daños; que se viniese a sus pueblos y así quedaron apaciguados. Edificó Jácome Castellón una fortaleza a la boca del río de Cumaná, donde el clérigo la quería edificar, para tener segura la cogida del agua, sin la cual, como está dicho, no podían vivir los de la isleta de Cubagua.





¿Qué pasó con las madreperlas de Cubagua? - Museo Nueva Cádiz.

¿Qué pasó con las madreperlas
de Cubagua?


La Tasadora de Perlas por Johannes Vermeer (hacia 1665). Óleo sobre lienzo.
Galería Nacional de Arte, Washington DC, Estados Unidos. 42 cm x 35,5 cm.



Los ecosistemas cuentan con mecanismos para equilibrar su desarrollo y funcionamiento en condiciones naturales. En ellos podemos encontrar diferentes poblaciones que regulan su funcionamiento e influencia de los demás y de los recursos y condiciones ambientales. Pero la explotación que hace el hombre del medio ambiente adquiere día a día una mayor envergadura. La velocidad con la que consume los recursos naturales supera en la mayoría de los casos la velocidad con que el recurso se regenera, ocasionando un deterioro creciente. Aunque se ha acelerado en los últimos años, este proceso es resultado de la expansión global de Europa que comenzó en el siglo XVI. El primer caso en América de sobreexplotación de un recurso natural ocurrió en los placeres perlíferos de Cubagua.


Los cálculos más conservadores indican que, en promedio, hacen falta de 200 a 300 madreperlas para producir un quilate (0.2 gramos) de perla. Cálculos hechos en base al número de perlas declaradas a la corona española (56.631.750 quilates) indican que debieron extraerse, oficialmente, unas 11.236.350.000 madreperlas (once billones, doscientos treinta y seis millones trescientos cincuenta mil ostras) en menos de 30 años. Si tomamos en cuenta otros datos, como que menos de la mitad de la producción fue oficialmente declarada y que sólo se encuentra una perla en cada 1.000 madreperlas recolectadas (lo que permite multiplicar por cinco el número de ostras cosechadas), podrían haber hecho falta alrededor de 100 billones (millones de millones) de ostras de perlas. Es difícil asimilar esta cifra, pero da una idea de la increíble cantidad de animales que fueron extraídos, para no hablar de sufrimiento y costo en vidas humanas.


Hacia 1531 la ciudad alcanzó uno 1000 habitantes, y la reducción en la producción de perlas que había venido decayendo desde temprano, se hizo más aguda. Los españoles trataron de tomar medidas como limitar el número de personas por bote pesquero, el número de horas que se podía dedicar a la pesca, la profundidad a la que podía llegarse y aún se trató de rotar áreas de pesca. Todo fue en vano.


A esto hay que agregar la biología de los competidores naturales de la madreperla Pinctata imbricata, tales como la pepitona Arca zebra, que ocupa aquellos nichos ecológicos vacíos por la explotación de las madreperlas e impidió así la recuperación de los ostrales. De hecho, aunque la explotación de perlas disminuyó sensiblemente durante los siguientes siglos, los ostrales jamás se recuperaron. Estudios biológicos realizados durante los años 60 del siglo XX indicaron que casi todos los bancos de Pinctata imbricata estaban completamente destruidos.


Luego del declive de los ostrales en Cubagua, los buscadores de perlas emigraron a la isla de Margarita, desde donde le escribieron, en 1544, una misiva al emperador Carlos V, que expresaba:

Aquí nos venimos todos, y con beneplácito del gobernador y consentimiento nuestro siguen los oficiales, Justicia y Regiamento del mismo1.


Aún, después, Cubagua no quedó totalmente deshabitada. Las casas continuaron arruinándose progresivamente y algunas de ellas, destruidas por los piratas, abrigaron nuevos seres humanos durante los siglos siguientes. Numerosos fogones hallados entre las ruinas confirman esta impresión. Pero de la gran ciudad sólo quedó el recuerdo de sus glorias pasadas en las mentes de los habitantes locales y en las de algunos historiadores.





1. Citado por Pablo Vila, Visiones Geohistóricas… p. 203.  



viernes, 24 de abril de 2015

¿Cómo vestían los habitantes de Nueva Cádiz? - Museo Nueva Cádiz.

¿Cómo vestían los habitantes
 de Nueva Cádiz?





Los indígenas


        Los indígenas del oriente venezolano tenían una noción de lo que era estar “vestido” muy diferente a la de los europeos de la época. El atuendo normal de los hombres era un pedazo de tela, corteza u otros elementos como calabazas, conchas, etc; que tapaba el sexo, atado por un cordel a la cintura. Las mujeres casadas usaban faldellines atados a la cintura con la misma función. En los brazos y pantorrillas usaban fajas y brazaletes muy apretados, ocasionalmente con cuentas, al igual que los collares, orejeras y narigueras. Niños y adolescentes andaban desnudos. La pintura corporal era fundamental, y probablemente servía no solo como adorno, sino que transmitía información sobre el grupo de parentesco, la posición social, etc. En climas tropicales como el nuestro, en realidad no hacía falta más.


Los europeos


        El traje de los hombres consistía en una amplia camisa de lino con mangas renglán que se recogía alrededor del cuello y de los puños, con o sin bordado, un jubón hasta la cintura y unas calzas que iban unidas a él, cuya abertura se cerraba en cintas. Ocasionalmente sobre el jubón se llevaba una chaqueta que tenía el mismo largo, y podía tener (o no) mangas. Con los jubones y las chaquetas algunas veces se utilizaban faldas cortas (bases) tanto en el atuendo civil como sobre las armaduras. El manto o abrigo era una pieza amplia que llegaba hasta los pies, tenía grandes mangas tubulares o acampanadas y estaba abierta en la parte delantera, que generalmente se forraba con una tela de color contrastante o con pieles para así crear solapas anchas decorativas. Los hombres jóvenes utilizaban mantos más cortos, que solo llegaban hasta debajo de las caderas. También se utilizaban capas circulares abiertas por delante y con una abertura posterior que facilitaba el montar a caballo.


        El atuendo de las mujeres, en cambio, consistía en una camisa amplia que llegaba hasta los pies y que se recogía en el cuello y los puños, con o sin encajes o bordados. La misma tenía una doble finalidad: proveer abrigo en los climas fríos, y proteger la ropa que se usaba sobre ellas. Sobre la camisa se usaban vestidos, y cuando se usaban dos de ellos, el primero iba pegado al cuerpo, mientras el segundo tenía mangas amplias acampanadas. La falda del vestido superior podía estar recogida al frente para mostrar la tela del vestido interior. Los escotes eran cuadrados, y en ellos sobresalía el borde de la camisa. Ocasionalmente podían tener aberturas en forma de V al frente o en la espalda, las cuales se cerraban mediante tiras o cintas. Las mangas podían ser pegadas, con puños decorativos, o amplias y acampanadas con forros de colores contrastantes. En la calle las mujeres usaban mantos largos y amplios.



        Aunque esta era en la moda de la época, es muy probable que en Cubagua la vestimenta fuera mucho más sencilla, tanto por el rigor del clima tropical, como por las clases de actividades que allí se desarrollaban. 



Nueva Cádiz: ¿Cómo eran los utensilios de la vida diaria? - Museo Nueva Cádiz.

Nueva Cádiz: ¿Cómo eran los
utensilios de la vida diaria?




La cerámica


Los eventos sociales, económicos y políticos que caracterizaron el periodo post medieval tuvieron un efecto directo en el conjunto de cerámicas que pasaron al Nuevo Mundo. De acuerdo con las regulaciones de ese periodo el abastecimiento de cerámicas para las colonias del Nuevo Mundo quedó restringido a Cádiz y Sevilla y esto hizo que dichas ciudades se convirtieran en los únicos canales a través de los cuales se despachaban las cerámicas españolas a las nuevas tierras.


Los tipos de cerámicas hispanos que se encuentran en los sitios coloniales tempranos de América integran tres grupos: a) un grupo compuesto por varios tipos de cerámicas burdas con o sin vidriado superficial con los que se elaboraban peruleras, botijas o botijuelas, tinajas, bacines, hidroceramos, cántaros, etc; formas éstas destinadas al almacenamiento de líquidos y a la preparación de los alimentos. El segundo grupo, b) está integrado por diversos tipos de cerámicas más finas generalmente esmaltadas y pintadas que se conocen con el nombre de mayólica.






La mayólica es una categoría distintiva de cerámica hecha al torno, cuyas superficies están cubiertas por un esmalte vítreo. En este grupo también se incluían otras cerámicas vidriadas como la italiana, así como también algunos ejemplares de porcelana china. Con la mayólica y porcelana se elaboraban platos, tazas, cuencos, escudillas, lebrillos, albarelos, etc; que servían básicamente para servir los alimentos aunque también había vasijas para otros usos, tales como las bacinillas.






El tercer grupo, c) está integrado por la alfarería indígena y puede ser dividido en dos subgrupos: el primero de ellos relacionado con estilo de otros lugares del Caribe, que era traído a la isla por los indígenas esclavizados, mientras que el segundo está representado por un nuevo estilo desarrollado por los indígenas en Nueva Cádiz. La alfarería de este último subgrupo era tosca y con ella solo se fabricaban cuencos simples y jarras, algunas veces con asas tuburales ocasionalmente decorados con diseños rectilíneos pintados en rojo, blanco, amarrillo y negro.






¿Cómo eran los objetos de vidrio españoles?


     La producción de objetos de vidrio comenzó en Cataluña (España) por lo menos en el siglo XII y fue influenciada por la producción del cercano y lejano Oriente. La producción catalana estuvo básicamente destinada a la fabricación de objetos utilitarios y para la mesa (Ej.: botellas grandes y pequeñas, jarras y vasos), así como piezas ornamentales altamente decoradas.
  

        Debido a la fragilidad de estas piezas, la exportación de algunas de las piezas menos costosas hacia América se hacía desde Andalucía. Los objetos de vidrio provenientes del sur de España eran de color verde o amarrillo verdoso con cuerpos irregulares y gran cantidad de burbujas en el vidrio.


       Otra categoría importante y muy abundante de objetos de vidrio eran las cuentas de collar, que fueron utilizadas como objetos de adorno por los habitantes de la isla.


Objetos de metal


Los artefactos de metal de Nueva Cádiz eran importados. Los objetos de hierro eran sumamente valiosos como objetos de intercambio con los indígenas, y posteriormente como herramientas de trabajo para los colonos. Los objetos de hierro recuperados durante las excavaciones incluyen clavos, hebillas, cadenas, adornos de fundas de puñales y sellos. Las monedas eran muy raras y valiosas, por lo que solían atesorarse, más que servir para la circulación de mercancías. Los primeros objetos de plata llegaron como objetos de adorno a la iglesia, y posiblemente dieron origen a la tradición orfebre venezolana.



Estampa con el sello real de los reyes Fernando e Isabel, para sellar cartas.


Estampa con motivo religioso, probablemente usada para estampar en tela.





martes, 21 de abril de 2015

Descripción de Cubagua según un Cronista de Indias - Museo Nueva Cádiz.

Descripción de Cubagua
 según un Cronista de Indias.


Francisco López de Gómara.


A Cubagua llamó Colón isla de Perlas; baja tres leguas; está en casi diez grados y medio de la Equinoccial acá; tiene a una legua por hacia el norte la isla Margarita, y a cuatro hacia el sur la punta de Araya, tierra de mucha sal; es muy estéril y seca, aunque llana; solitaria, sin árboles, sin agua; no había sino conejos y aves marinas; los naturales andaban muy pintados, comían ostras de perlas, traían agua de Tierra-Firme por aljófar. No se sabe que isla tan chica como ésta rente tanto y enriquezca sus vecinos. Han valido las perlas que se han pescado en ella, después acá que se descubrió, dos millones; mas cuestan muchos españoles, muchos negros y muchísimos indios.


Traen ahora leña de la Margarita y agua de Cumaná, que hay siete leguas. Los puercos que llevaron se han diferenciado, ca les crecen un jeme las uñas hacia arriba, que los afea. Hay una fuente de licor oloroso y medicinal, que corte sobre el agua del mar tres y más leguas. En cierto tiempo del año está la mar allí bermeja, y aun en muy gran trecho de la Tierra-Firme, a causa que desovan las ostras o que les viene su purgación, como a mujer, según afirman. Andan asimismo, por que no falten fábulas, cerca de Cubagua peces que de medio arriba parecen hombres en las barbas y cabellos y brazos. (López de Gómara, Historia General de las Indias).


Las excavaciones pusieron al descubierto artefactos españoles y cerámica indígena de estilos procedentes de varias áreas del Caribe. Existen pruebas de que estos indígenas pronto abandonaron los estilos antillanos y desarrollaron una forma nueva de cerámica local que se ha denominado estilo Nueva Cádiz. Este estilo aún existe como cerámica rural en el pueblo de Manicuare, en la Península de Araya. Se trata, por supuesto, de una de las tantas contribuciones que los indígenas han hecho a la cultura moderna de Venezuela.




Vida y evolución de Nueva Cádiz - Museo Nueva Cádiz.

Vida y evolución de Nueva Cádiz





¿Cómo evolucionó el asentamiento de Nueva Cádiz?


Los primeros europeos llegaron a Cubagua y a la Costa de las Perlas desde Santo Domingo para traficar con los indígenas. Durante este periodo establecieron campamentos temporales. Poco a poco fueron esclavizando a los indios y adueñándose de las pesquerías. En este momento sólo se construyeron chozas muy simples de bahareque y paja, que fueron abandonadas en 1520 debido a la rebelión de los indios de Cumaná y sus alrededores. En 1523 la construcción de la fortaleza de Cumaná, dio a los españoles el control sobre los indios y los recursos necesarios (agua, madera, piedra, etc.), comenzando así la fase más productiva de la ocupación de la isla, durante el cual se construyeron edificaciones más permanentes. En su apogeo, Nueva Cádiz no sólo albergó europeos y esclavos indígenas, traídos de Venezuela y diversas regiones del Caribe, sino también esclavos procedentes de Santo Domingo, África y el Mediterráneo.


Pablo Ojer (S.J.), presenta el poblamiento de Cubagua como un proceso de cuatro (4) etapas:


-Entre 1512 y 1525 como “ranchería de las perlas”, dependiente de la Audiencia de Santo Domingo, a excepción del lapso 1520-1523 cuando dependió del Almirante don Diego Colón.
-Desde finales de 1525 o principios de 1526 como pueblo organizado con consejo, cabildo o ayuntamiento, aún dependiente de la Audiencia de Santo Domingo.
-Entre 1527 y 1528  como Villa de Santiago.
-Entre 1528 y los años de la década de 1620 como Ciudad de la Nueva Cádiz, por Real Cedula del 12 de septiembre de 1528.


¿Cómo era el trazado de la ciudad?


La ciudad estaba ubicada en el sector sureste de la isla de Cubagua. Su planta tenía forma de L, y las casas y construcciones estaban organizadas en cuadras rectangulares. El aspecto general de Nueva Cádiz era más parecido al que los pueblos del norte de áfrica y el Mediterráneo que el de los pueblos coloniales que se construyeron después de Venezuela. No hay que olvidar la gran influencia árabe en la arquitectura española temprana. 


-Las construcciones más grandes y elaboradas estaban ubicadas frente al mar, en donde los vientos alisios tienen mayor efecto refrescante. Detrás de estas construcciones y lejos de la orilla, parecía haber estado situadas las viviendas de los esclavos negros e indígenas.
-Al norte y sur de la ciudad había dos grandes hornos para la elaboración de la cal, cuya materia prima era el sirial (madrépora). Esta materia prima se conseguía en abundancia en las terrazas submarinas, poco profundas, del extremo oriental de la isla. La calidad de la cal era muy buena y sabemos hace pocos años los holandeses de las Antillas de Sotavento instalaron esta industria en La Tortuga y en otras islas venezolanas. La carencia de leña y quizás la disminución del sirial impidió a los españoles utilizar el calicanto, su técnica tradicional de cal y piedra, a la que agregaban algunos ladrillos.
-En Nueva Cádiz los ladrillos son escasos y algunos presentaron una perforación semiesférica que sirvió de base al eje de rotación de las ventanas de las casas. El diámetro de esta perforación oscila entre 5 y 8 centímetros, lo cual demuestra la solidez de cada ventana. Para la base de las puertas, los españoles usaron piedras; muchas de éstas tienen una perforación de más de 10 cms. de diámetro. 


¿Cómo y cuáles eran las edificaciones?


En el sector de la villa ocupado por los europeos, las casas, así como otras construcciones importantes, tenían paredes con bases de piedra o bahareque. Las piedras (obtenidas en la parte central de la isla) se unían entre sí con tierra, y las superficies de las paredes se recubrían con cal obtenida de corales molidos. La mayoría de los pisos eran de tierra apisonada, mientras que los techos eran planos y estaban hechos de caña y recubiertos con barro. Además de las casas particulares, las excavaciones arqueológicas revelaron la existencia de una iglesia, un convento y una ermita.


Las casas típicas de Nueva Cádiz tenían una puerta al frente, y cuatro habitaciones, distribuidas así: la sala y un dormitorio en la parte delantera, y una bodega y la cocina en la parte posterior, seguidas por un patio cerrado relativamente pequeño. Se ha sugerido que en estos patios pueden haber vivido los esclavos y sirvientas de adentro.


Ciertas casas tenían escaleras que llevaban a un segundo piso, y en algunas paredes se encontraron nichos que probablemente eran utilizados como alacenas o armarios.


En el centro de las cocinas se encontraba un fogón de mampostería con forma rectangular que se elevaba unos 50 cms. sobre el nivel del suelo.


No todas las casas de Nueva Cádiz fueron construidas de piedra. También encontramos, entre las casas con bases de piedra, espacios vacíos, en los cuales hubo casas humildes con techos de paja y paredes de bahareque, cuyos restos no han resistido la acción destructora del tiempo.


De momento, es difícil afirmar con certeza, quien habitaba estas casas. Dos de ellas, según se deduce por detalles como la disposición de sus piezas y cuentas aritméticas dibujadas sobre el revestimiento de cal de las paredes, debieron pertenecer a comerciantes.


En el umbral de una de las habitaciones, Cruxent encontró una vasija con perlas en muy mal estado. La costumbre española de enterrar las cosas a un paso de la puerta es bien conocida, y desde luego bien pensada, pues la persona que entra con la intención de excavar debe pararse precisamente en este punto secreto; de esa manera buscara inútilmente en el resto de la habitación.


Cerca de la playa se elevaba el Ayuntamiento, cuyos restos de muros dejan ver la importancia del edificio. El edificio contaba con una torre, dos celdas con puertas estrechas para presos. En este recinto se encontró un sello real en cerámica para lacrar documentos oficiales y que representa en negativo la efigie de los Reyes Católicos. Algunas habitaciones presentan vestigios de incendio.


El monasterio y otros edificios religiosos.


Una de las construcciones más interesantes de toda la villa fue el convento franciscano. En la parte delantera se encontraba una gran sala rectangular que probablemente sirvió como iglesia, y en uno de cuyos extremos se encontraron varios entierros. Uno de estos entierros estaba cubierto de ladrillos con una acanaladura a su alrededor, en donde originalmente pudo haber estado colocada una reja de hierro. Diversas puertas permitieron el acceso desde esta sala a los demás cuartos, uno de los cuales podía haber sido la base de una torre o campanario. Los demás cuartos parecen haber sido las habitaciones, mientras que el más grande quizá albergo la cocina. El monasterio también tenía dos patios, unos de los cuales era bastante grande. El otro podría haber sido un huerto.





En el monasterio se encontró la mayor parte de las esculturas de piedra de Nueva Cádiz. Estas incluyen diversas gárgolas de elaborada talla, una columna y algunos escudos, uno de los cuales es el de la Orden Franciscana. La piedra que se utilizó en estas esculturas probablemente vino de la península de Araya o de otro punto de tierra firme. Las esculturas indican la presencia de un notable artista, tal vez el maestro Cantero Lorenzo Águila, con la ayuda de Francisco de Castro.


Otras edificaciones.


Aun no se ha ubicado el puerto ni la aduana de Nueva Cádiz. El puerto no debe haber estado frente a la ciudad, ya que los bajos coralinos sólo permiten la navegación de pequeños barcos y los españoles debieron fondear sus grandes navíos en lugares abrigados.



Por no haberse excavado, es muy poco lo que se sabe de las viviendas de los habitantes más humildes de Nueva Cádiz. Las viviendas de los esclavos negros e indígenas parecen haber sido construidas con materiales perecederos.