Nueva Ciudad de Cádiz, Cubagua

Primera de Suramérica con título. 12 de septiembre de 1528.

jueves, 16 de abril de 2015

Testimonios del Padre de Las Casas sobre los buceadores de perlas en Cubagua - Museo Nueva Cádiz.

Testimonios del Padre de Las Casas sobre los buceadores de perlas en Cubagua


María Irene Kiss (2009). “Isla Margarita. Pescando Perlas 1”. En Dibujos a tinta y lápiz para el programa Historia Secreta de The History Channel.



El padre de Las Casas dejo conmovedores testimonios de la vida de los indios buceadores de perlas en Cubagua:


“Es, pues, la vida de los indios que se traen para pescar perlas, no vida, sino muerte infernal, y es ésta: llevándolos en Canoas, que son sus barquillos, y va con ellos un verdugo español que los manda; llegados en la mar alta, tres y cuatros estados de hondo, mandan que se echen al gua; zambúllense y van hasta el suelo y allí cogen las ostías que tienen las perlas y hinchen dellas unas redecillas que llevan al pescuezo o asidas a un cordel que llevan ceñido, y con ellas o sin ellas deben salir arriba a resollar, […] y se tarda en mucho resollar, darles prisa el verdugo que se tornen a zambullir, e a las veces les dan de varazos que se zambullan, […] están en esto todo el día, desde que sale hasta que se pone el sol, y así todo el año si llegan allá; […] Algunas veces se zambullen y no tornan jamás a salir, o porque se ahogan de cansados y sin fuerzas y por no poder resollar, o porque algunas bestias marinas los matan o los tragan”. 


María Irene Kiss (2009). “Isla Margarita. Pescando Perlas 2”. En Dibujos a tinta y lápiz para el programa Historia Secreta de The History Channel.


Entre 1526 y 1532 el periodo más productivo de la explotación perlífera, ingresaron legalmente a Cubagua 109 esclavos negros. Sobre la esclavitud de los negros escribió Las Casas lo siguiente:


“Yo creía que los negros eran más resistentes que los indios, que yo veía morir por las calles, y pretendía evitar con un sufrimiento menor otros más grande “…Su proyecto había sido “un error y una culpa imperdonable, que era contra toda ley y toda fe, que era en verdad con merecedora de gran condenación el cazar a los negros en las costas de Guinea como si fueran animales salvajes, meterlos en los barcos, transpórtalos a las Indias Occidentales y tratarlos allí como se hacía todos los días y a cada momento”.


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