Cerámica en
El Cercado, Margarita
Miguel
Acosta Saignes
En agosto de 1963
recogí, durante una semana, el proceso de fabricación de cerámica, en la casa
de la señora Andrea Córdoba, en El
Cercado, isla de Margarita. Se trata
de un poblado cercano a Santa Ana, donde tradicionalmente se ha trabajado el
barro. Es característica de la isla de Margarita la división del trabajo por
pueblos y éste es de alfareras, como allí mismo se denominan. Relataremos aquí
lo relativo a la confección de la cerámica según las informaciones y el trabajo
de la señora Córdoba. No solicitamos datos de ninguna otra alfarera.
El barro usado en
El Cercado se obtiene en un cerro cercano llamado Cerro de la Cruz, desde donde
tradicionalmente se ha transportado en mapires (cestos de fibra). Se recogen
tres tipos de tierras, en terrones, que se pisan en El Cercado. Para barnizar
algunas piezas se emplea otra tierra, de color rojo, recogida en las cercanías
de la población de Tacarigua. La alfarera la denomina barnil, pero dice barnizar.
La señora Córdoba
tiene cincuenta y seis años y hasta hace algunos años, iba cada semana varias
veces en busca de tierra. Ahora, según afirma, está enfermosa, es decir,
achacosa, y envía a la recolección a dos hijas jóvenes. Las autoridades civiles
han dispuesto, desde hace dos años, que las alfareras recojan la tierra
necesaria para sus labores sólo en los días martes, cuando un camión pasa a
recogerlas. La tarca implica así poco tiempo.
En las mocedades de
la señora Córdoba, en cambio, salían a pie, a las cinco de la mañana, y
regresaban alrededor de las diez o las once.
El trabajo usual
consiste en fabricar durante la semana media docena de floreros grandes, media
docena de tinajones y una docena de aripos, pieza circular que se usa para tender
arepas. Se fabrican también budares, de diámetro mucho mayor, para tender
casabe. Las piezas son: florero, aripo, florero pequeño, tinajón de boca recogida,
tinajón de boca ancha, paila grande, cajuela y batea.
En las
ilustraciones finales pueden verse las formas de las diversas piezas, aunque
tomadas en una colección que le pedimos nos fabricara en tamaños menores que
los usuales, para facilitar su transporte. En las gráficas que ilustran los
diversos procesos de la confección, la alfarera trabaja tanto en piezas de
tamaño normal, para su comercio, como en las de la colección de menor tamaño.
La venta del
trabajo de una semana le provee una entrada media de cien bolívares. Dos hijas
van al mercado o venden las piezas a los camioneros, quienes recogen los
productos de El Cercado para trasladarlos, ya a otros mercados de Margarita, ya
a Cumaná.
Los
materiales e instrumentos que se usan son los siguientes:
*Tierra
de tres clases, recogidas en el Cerro de la Cruz. La alfarera explica que la
tierra apropiada "debe ser gredosita", al preguntarle cómo harían para
reconocer otra que fuese útil si se mudase a otro pueblo. Según refiere, hace
mucho tiempo recolectaban la arcilla en otro lugar, donde se produjo un
derrumbe que mató a algunas alfareras. Desde entonces se trasladaron al sitio
de actual aprovisionamiento.
*Tierra
roja, denominada barnil, de las cercanías de Tacarigua, usada para barnizar.
*Piedra
grande, lisa, para amasar. Sirve también para correr el asiento, es decir, para
hacer girar la base sobre la cual se preparan las piezas de cerámica.
*Piedra
grande para asentar el barro distinta de la que se usa para pisar el barro.
*Molde
o asiento, para hacer girar la pieza. Se trata de un aripo a veces incompleto,
o en ocasiones un plato de peltre.
*Un
cernidor, para el cernido de las tierras que se mezclan.
*Un
raspador, consistente en un pedazo circular de hojalata, doblada, de modo que
resulta una pieza semicircular.
*Un
alisador, consistente en un guijarro de cuarzo lechoso.
*Un
pedazo de machete, para sacar la tierra.
*Una
punta de cuchillo que la alfarera llama pitillo, para raspar la loza seca.
*Un
balde para el agua con la cual se va mojando la cerámica al trabajarse.
*Una
piedra para pisar el barro.
*Una
pitara, pedazo de totuma o de tapara (Crescentia cujete), para alisar la cerámica
húmeda.
*El
lugar donde se quema está en el patio trasero de la casa. Se denomina quemadero.
El barro es
recogido el día martes, en la mañana. Al día siguiente comienzan los trabajos.
Las piezas son elaboradas según el proceso que puede verse en las ilustraciones.
Se comienza cada una por una base a la cual se da la forma apropiada según el
tipo a que se destina. Como se ve en las fotografías, se emplea el sistema de rodetes
elaborados en varias partes. Es decir, con varios cilindros de pequeño tamaño
se procede a la elaboración de las porciones superiores de los distintos tipos
de vasijas. Estas porciones se denominan "cintas", aunque son cilíndricas
y se usan tres para un borde. La longitud depende del diámetro de las bocas. La
operación de moldear la porción inferior, es denominada por la alfarera urdir.
Se realiza el primer día de elaboración y se completa la pieza en el siguiente.
Esto se llama rematar. Una vez obtenidas éstas, se alisan con la pitara y se dejan
secar hasta el día siguiente, cuando son raspadas con el cuchillo o pitillo.
Después se trabajan con el guijarro liso y, por último, se barnizan.
Posteriormente se queman. El trabajo se realiza entre el martes y el sábado. El
martes se recoge, el miércoles se cirne y se amasa. Entonces se procede a la elaboración
de las piezas, que deben dejarse secar convenientemente, pues las labores
complementarias no pueden hacerse cuando la tierra está todavía verde.
Vimos fabricar y
retratamos, como puede verse en las ilustraciones, las siguientes piezas:
aripo, olla, alcancía, tinajón, cajuela, anafe, múcara, paila, plato, tinaja,
florero, hormiguera, garrafón, cesta, batea, bombita, lebrillo y plato de pie.
Como en la región
de Tamanaco, Estado Guárico, encontramos hace varios años la creencia de que no
puede trabajarse la cerámica sino durante la luna menguante y lo mismo hallamos
posteriormente en el Estado Mérida. Consultamos a la alfarera de El Cercado
sobre tal aspecto. Según su respuesta, no existe ninguna relación entre la
alfarería y las fases lunares y la tierra se recoge ininterrumpidamente durante
todo el año.
En el vocabulario
se encuentran algunas palabras dignas de mención: lebrillo es un arcaísmo que
no hemos visto mencionar en otros lugares: aripo es nombre oriental del budare.
Este es el término generalizado en el centro de la República para la pieza en
la cual se fabrican las arepas. Es indudable que el término alcancía expresa un
elemento de transculturación ligado a la microeconomía del campesinado venezolano.
La palabra múcara es modificación de múcura, muy conocida. Como alcancía, la
hormiguera, denominada en otros sitios de Venezuela con el término bachaquera,
indica innovación regional. El llamado plato de pie parece otra innovación regional,
a semejanza de ciertas compoteras de cristal de origen europeo.
FUENTE:
-Miguel Acosta Saignes: “Cerámica en El Cercado. Margarita”. Separata
del Anuario del Instituto de Antropología e Historia. Caracas, Universidad
Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Tomo I, 1964, pp.
18-20. Publicado en la revista regional MARABIERTO.
Julio-Diciembre 2014, Nro. 2, Año 1. pp. 26-27. Instituto Autónomo de Cultura
del Estado Nueva Esparta (IACENE). La Asunción, estado Nueva Esparta,
Venezuela.
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