En
Santa Ana del Norte nació la Tercera República de Venezuela
Iván Gómez León
Iglesia
de la Villa del Norte, en: Boulton, Alfredo, La Margarita, Caracas, Editorial
Macanao, 1981.
El 6 DE MAYO DE
1816, de acuerdo con los sucesos históricos ocurridos en Santa Ana del Norte, hoy
capital del municipio Gómez, isla de Margarita (estado Nueva Esparta), en
correspondencia con el registro documental y el testimonio de vida suscrito de
puño y letra por el Libertador Simón Bolívar dos días después en proclama
patriótica pletórica de contenido político-ideológico (“Venezolanos: He aquí el
tercer período de la República”), de manera indiscutible, esta comunidad margariteña
se convirtió en origen del nacimiento de la Tercera República de Venezuela; es
decir, donde tuvo lugar el tercer intento por lograr la liberación definitiva
de nuestra patria naciente del dominio colonial español. Los intentos
anteriores se han identificado como la Primera República, 1810 y la Segunda República,
1812.
Santiago Mariño (s.f.). En: Rafael Ma
Baralt y Ramón Díaz. Resumen de la historia de Venezuela. Paris, Imprenta de H.
Fournier, 1841.
Esta afirmación la
hacemos así, de manera categórica, para reiterar una vez más la significación
de esta fecha de trascendencia continental que se escenificó en tierra
margariteña, y no en otro lugar, y para responder con firmeza a la
historiografía general de Venezuela que se ha empeñado en ignorarla, como si la
expedición de Los Cayos (1816) hubiera dado un salto olímpico desde Haití hasta
el Congreso de Angostura (1819).
El respaldo
documental que sustenta nuestra argumentación está a la vista de todos y ha
sido publicado en numerosas ocasiones. Podemos citar a Andrés Márquez Gómez
(Árboles, pájaros y niños), Felipe Natera Wanderlinder (“Santa Ana del Norte”
en la revista Margariteñerías), Heraclio Narváez Alfonzo (El paraíso del
Caribe), Mario Salazar (Isla, sol y leyenda), Iván Gómez León (Santa Ana del Norte: cuna auténtica de la Tercera República
de Venezuela), Aníbal Márquez Gómez (La consecuencia de la palabra), Francisco
Lárez Granado (La huella del Libertador en Margarita), entre otros autores. Las causas que explican el interés manifiesto
de la historiografía general de Venezuela de atropellar irresponsablemente la
memoria histórica de la región insular habrá que buscarlas en sitios muy
alejados del estudio y análisis de nuestro proceso histórico.
EN HAITÍ COMENZÓ TODO
J. Frigend. General Alejandro Petión, 1883.
Colección Palacio Federal Legislativo. Asamblea Nacional. República Bolivariana
de Venezuela.
En el año 1815, el
Libertador Simón Bolívar se hallaba en Jamaica realizando gestiones para
reemprender la lucha revolucionaria en Venezuela aunque al final del proceso no
logró alcanzar sus objetivos y, para colmo, casi muere a consecuencia de un intento
de asesinato. Estas circunstancias lo obligan a trasladarse a la isla vecina,
donde en su sección occidental (Haití), desde el año 1804 viene desarrollándose
de manera victoriosa un proceso insurgente frente al colonialismo francés. Uno
de sus líderes fundamentales es el general Alejandro Petión.
El resultado de
varias entrevistas no pudo ser otro, ya que los hermanaba el mismo espíritu
libertario: solidaridad plena, apoyo total del gobierno revolucionario haitiano
a la causa independentista venezolana. Se selló así entre ambos líderes un
compromiso que por sus ejecutorias será ejemplo para todos los líderes del
mundo empeñados de manera leal y consecuente con las transformaciones que reclaman
los pueblos. Así como el mismo Bolívar lo expresó en aquellos momentos,
nosotros lo ratificamos hoy, Haití y su pueblo por siempre estarán inscritos en
el corazón agradecido del pueblo venezolano, debido a su desprendimiento
ejemplar y a su generosidad sin límite, expresados en horas de frustración y de
angustia, en el contexto de circunstancias adversas donde todo se asociaba más bien
al fracaso, a la claudicación, a la derrota. La revolución venezolana resurgió
con nuevos bríos bajo la influencia determinante de la revolución haitiana.
Esta verdad se ha mantenido incólume con el paso de los siglos.
…Y CONTINUÓ EN LA ISLA DE MARGARITA
En los preparativos
de la expedición libertadora se consumieron los tres primeros meses del año
1816. El 31 de marzo se ordenó la salida. El punto de partida de la expedición
fue el puerto de Los Cayos, de allí el nombre con que se le conoce en la
historia de nuestros procesos insurgentes. Su destino fue la isla de Margarita.
Colocados frente al mapa del Caribe se diseñó la trayectoria. ¿Por qué a la isla
de Margarita y no a otra región de Venezuela? Porque, además de su importancia
estratégica, es la única que puede ofrecer seguridad a la dirigencia revolucionaria,
a la escuadra naval constituida por siete goletas armadas y 250
expedicionarios, ya que la sección norte del lóbulo oriental de la isla, que
tiene a Santa Ana del Norte como su epicentro, se encuentra bajo el control del
coronel Juan Bautista Arismendi, quien ha ofrecido a Bolívar la posibilidad de
utilizar su terruño como base de apoyo para luego avanzar y dominar los
espacios continentales venezolanos.
Juan Bautista Arismendi (s.f.). En: Rafael
Ma Baralt y Ramón Díaz. Resumen de la historia de Venezuela. Paris, Imprenta de
H. Fournier, 1841.
Es pertinente
señalar aquí que en la selección que hiciera Juan Bautista Arismendi de Santa
Ana del Norte para instalar allí su cuartel general han debido influir
numerosas circunstancias, pero es de destacar una: como profundo conocedor del sentimiento
patriótico de los norteros, sabía de antemano que allí podía garantizársele su
integridad física, a pesar de habérsele puesto precio a su cabeza. Y esta
presunción se vio comprobada más de una vez: en el transcurso de la guerra
revolucionaria nadie lo delató; mucho menos cayó víctima de la tentación de
traicionarlo y nunca se dejó intimidar para dar paso a la deslealtad ante el
héroe.
Tito Salas. General Pedro Briceño Mendez.
circa 1933. Colección Palacio Federal Legislativo. Asamblea Nacional. República
Bolivariana de Venezuela. Fotografía: Alfredo Padrón.
DE SANTA ANA DEL NORTE AL MUNDO
Tito salas. Expedición a los cayos, al
abordaje del bergatín Intrépido. (Detalle) Circa 1927-1928. Colección Casa
Natal del Libertador.
El 3 de mayo, luego
de protagonizar la exitosa batalla naval de Los Frailes, los expedicionarios al
mando del general Simón Bolívar desembarcan en el puerto de Juan Griego y luego
se trasladan al interior de la isla, entre vítores y manifestaciones de alegría
de un pueblo alborozado que ratifica así su vocación libertaria. Para el 6 de mayo
todo está dispuesto, pero en Santa Ana del Norte, sede del cuartel general, no
existe un inmueble lo suficientemente amplio y adecuado para realizar la gran
reunión que deberá tomar las trascendentales decisiones que demanda el momento
histórico. Es unánime la decisión: será en el templo colonial. Los sillones y
mesones para uso del culto servirán para instalar el presidium y los bancos de la
feligresía serán ocupados por los expedicionarios y los rebeldes margariteños, ahora
constituidos todos en asamblea soberana.
Pedro Briceño
Méndez, designado secretario, redactó con precisión el acta del 6 de mayo de
1816 que incorporó a Santa Ana del Norte en el itinerario vital de Simón
Bolívar y la registró como referencia de nuestro proceso revolucionario.
Gracias a Santa Ana del Norte, la isla de Margarita, que ya había proyectado
una digna imagen de voluntad libertaria el 4 de mayo de 1810 y ratificada
plenamente el 5 de julio de 1811, relanzó su presencia estremecedora de la
conciencia continental, porque ante la división de Venezuela en Estado de
Occidente y Estado de Oriente, se proclamó su unificación; en consecuencia, se le
concedió el título de Jefe Supremo de la República y de sus Ejércitos al Libertador;
se ascendió a Juan Bautista Arismendi a General en Jefe; al general Santiago
Mariño se le otorgó la facultad de suceder al Libertador en caso de ausencia,
enfermedad o muerte, y se estableció un gobierno provisorio para Margarita,
compuesto de tres miembros.
A los dos días de
este trascendental suceso (8 de mayo de 1816), Bolívar, desde el Cuartel
General de la Villa del Norte, lanzó una proclama en cuyo contenido resaltan la
proclamación de la Tercera República de Venezuela, la convocatoria para un Congreso,
un llamado a la unión y el término de la guerra a muerte. A juicio del
historiador José Luis Salcedo Bastardo, con base en estas referencias, se
evidencia de manera irrebatible que en Santa Ana del Norte “nació la Colombia
que fue el sueño sublime de Bolívar”. La Tercera República se evidenció aquí
como “una misma jornada que culminó en Carabobo y más tarde en Ayacucho”. Fue
de Santa Ana del Norte de donde partió la convocatoria al Congreso que luego se
efectuaría en Ciudad Bolívar, el Congreso de Angostura (1819), de cuyas
deliberaciones resultó aprobada la Ley Fundamental de Colombia y donde Bolívar
pronunciaría el discurso que fue “la más grande expresión de su genio”.
"...de
manera indiscutible, esta comunidad margariteña, Santa Ana del Norte, se
convirtió en origen del nacimiento de la Tercera República de Venezuela"
Iglesia de la Villa del p Norte, en:
Boulton, Alfredo, La Margarita, Caracas, Editorial Macanao, 1981.
AUTOR:
-Gómez León, Iván (2014). “En
Santa Ana del Norte nació la Tercera República de Venezuela”. Publicado
en la revista nacional MEMORIAS DE VENEZUELA. Junio-Julio 2014, Nro. 30, p. 6-9.
Sistema Masivo de Revistas, Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Centro Nacional de Historia (CNH). Caracas, Venezuela.
Certera redacción de este hecho histórico que poca gente conoce
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