Nueva Ciudad de Cádiz, Cubagua

Primera de Suramérica con título. 12 de septiembre de 1528.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Presencia africana en Margarita - Francisco E. Castañeda Malavé

Presencia africana en Margarita


Francisco Emilio Castañeda Malavé



La presencia africana en la actual región insular neoespartana, no ha sido suficientemente valorada por la historiografía tradicional en lo referente a su cuantía y contribución a la composición genética y herencia cultural del ethos margariteño que nos identifica.


Desde comienzos del siglo XVI, mediante la figura de las licencias otorgadas a funcionarios públicos, comerciantes y colonos, se inicia la importación masiva de mano de obra esclava de origen africano para sustituir a la menguada fuerza de trabajo indígena, en la explotación de los importantes yacimientos perlíferos existentes en los contornos marinos de las islas de Cubagua y Margarita, respectivamente.


Sin embargo, es importante destacar que los primeros esclavos que llegaron a estas costas no fueron negros, sino blancos, lo cual no es de extrañar por cuanto los españoles, continuando con la tradición andalusí, adquirían, a través de operaciones de compra-venta, guerra de corso, o simplemente captura, esclavos oriundos de las islas Canarias (guanches y gomeras), así como también de Siria (llamados esclavos del Levante) y de la nación griega.


La primera referencia histórica sobre la presencia africana en territorio cubagüés, corresponde a la licencia concedida en enero de 1526 a Johan de Urrutia para pasar a esta ínsula 30 esclavos y esclavas. Al año siguiente, en junio de 1527, se autoriza a Diego Cavallero, Contador de la isla La Española, para pasar a la isla de Cubagua "doce esclavos negros de Cabo Verde o Guinea, que sean buenos nadadores y zabullidores, para sacar con ellos perlas en la pesquería de la dicha isla de Cubagua".


Entre los años de 1574 y 1575, la población peninsular (hispanos y lusitanos) establecida en Margarita era de trescientas personas, similar a la residenciada en Caracas y Cabo de la Vela o Río Hacha.


Sin embargo, durante los años de 1581 a 1590, ingresaron a la geografía insular, legalmente registrados, novecientos veintitrés (923) negros procedentes de Cabo Verde, Sao Tomé, Angola y Brasil. Los inmigrantes de Cabo Verde pertenecían, en su gran mayoría, a la etnia mandinga, aún cuando se encontraban también representantes de los grupos bran, biafara, bañol, gelofe (wolof) y zapé. Mientras que los de Sao Tomé formaban parte de las comunidades arará, carabalí, mina y tarí.


Los de Angola, por su parte, eran oriundos del Congo, fundamentalmente de habla bantú. Durante el siglo XVII, en virtud de los cuantiosos ingresos obtenidos como resultado de la intensa actividad extractiva, se incrementó considerablemente la presencia de esclavos negros en el territorio insular, de tal suerte que prácticamente se estableció una relación de equilibrio entre el componente étnico europeo aquí residenciado, estimado en dos mil (2.000) personas aproximadamente, y el elemento afroide cuyo número totalizaba un mil setecientos sesenta y cuatro (1.764) individuos, contándose sólo con setecientos veintinueve (729) indígenas autóctonos.


La región insular margariteña, en función de su privilegiada situación geográfica, se convirtió en un centro activo de la "trata intérlopa". Los traficantes clandestinos arribaban a sus costas, muchas veces con el beneplácito y protección de los funcionarios reales, donde después de realizar diversas operaciones comerciales, fundamentalmente el intercambio de mercaderías europeas y/o mano de obra negra, por bastimentos y otros productos necesarios para su correspondiente abastecimiento, proseguían con sus "cargazones de negros" para su venta en los puertos del litoral central venezolano.


Margarita, al igual que otras áreas del Caribe, tales como Barbados, Cartagena, Curazao y Jamaica, fue considerada como una región intermedia o zona de "entrepots" (depósito), donde los esclavos procedentes de la costa occidental africana, después de una permanencia relativamente corta en su territorio pasaban a otros lugares, el del sitio del depósito. Así, tenemos entonces que esclavos asentados transitoriamente en nuestro suelo, fueron introducidos en la Nueva España (México) con el nombre de "Negros de la Margarita", igualmente ocurrió con los esclavos registrados en la Obra Pía de Chuao, en el litoral central venezolano.


La extracción indiscriminada y el progresivo agotamiento de los ricos veneros perlíferos, obligó a reducir considerablemente el ingreso de los "hombres de ébano" hacia nuestra región insular. Los pocos que vienen son utilizados en las escasas labores agrícolas, en los diversos oficios artesanales y en las tareas propias de la servidumbre doméstica. Así tenemos que para comienzos del siglo XVIII la población negra se calcula en novecientas personas, asentadas en el Valle de la Margarita, Tacarigua, Pedro González, San Juan y Paraguachí. Durante el año de 1829, fueron empadronados doscientos sesenta y cuatro (264) esclavos y treinta y seis (36) manumisos; mientras que para la época de la abolición de la esclavitud en Venezuela (1849), sólo había sesenta y tres (63) esclavos y cuarenta y tres (43) manumisos, cifras superiores a las que presentaban otras regiones del país, tales como Apure, Barinas, Guayana y Maracaibo.


Finalizada la importación de mano de obra esclava y en virtud del intenso cruzamiento biológico realizado entre los componentes étnicos de origen africano, europeo e indígena, se produjo en el tiempo una eliminación progresiva y gradual de los rasgos negroides, de tal manera que su frecuencia fenotípica en la población neoespartana actual es bastante escasa. Sin embargo, según los resultados del estudio Proyecto Venezuela realizado por Fundacredesa durante el año de 1988, se determinó que la mayor estatura que presentaba la población juvenil de los estados Anzoátegui, Nueva Esparta y Sucre respecto a sus equivalentes de la zona metropolitana, se debe a un factor genético heredado de los antiguos esclavos de las islas caribeñas y posteriormente trasladado a tierras orientales.



AUTOR:
-Castañeda Malavé, Francisco E. (2004). “Presencia Africana en Margarita”.  Publicado en la revista Tropel de Luces. Enero-Marzo 2004, Nro. 16.


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