Puesta en Valor de las Manifestaciones
Culturales
Frank
Omar Tabasca
“Dale
valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan”.
Gabriel García Márquez (1927-2014).
Antes
de discernir sobre la puesta en valor de las manifestaciones culturales es
necesario definir estos dos elementos:
El
Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela (IPC), define las
manifestaciones culturales de la siguiente manera:
“Son
todas aquellas expresiones del hacer colectivo y cotidiano que se reiteran en
el tiempo, renovándose y especializándose, y que permiten la creación de una
identidad definida por quienes participan de este hacer, en el espacio y en el
tiempo. Decimos que son expresiones del hacer colectivo y cotidiano porque
estas manifestaciones nacen de la necesidad de comunicar una experiencia que
sólo de forma compartida puede ser útil para quienes la profesan, por ejemplo
la manera de hacer las redes de pesca y cómo y dónde lanzarlas la forma de
sembrar, el tiempo adecuado para hacerlo, el cuidado que requiere y la cosecha
y posterior procesamientos de tal o cual fruto” (s/f).
Con
respecto a la definición de puesta en valor, hay que mencionar que no hay una
definición tajante y clara, el término tiene diferentes acepciones de las
diversas áreas del saber, sus interpretaciones van desde la arquitectura, la
industria, el comercio, el deporte, entre otras y lo que concierne en este caso
como lo es binomio cultura y turismo.
El
término lleva intrínsecamente un paralelismo con el significado de restaurante,
es decir, restaurar el cuerpo luego de una actividad física, así como también
arreglar bienes muebles e inmuebles o acondicionar espacios para realizar
actividades científicas, de ocio, esparcimiento, observación, entre otros. En
el turismo tiene una connotación parecida pero con otra dirección, sirve como
preámbulo, donde a través de exhaustivos estudios se toman decisiones y medidas
para preparar, adecuar y condicionar el uso e incorporación del patrimonio
cultural y natural a la oferta turística de un destino para disfrute de los
turistas y ciudadanos.
Para
el investigador Moyoli la puesta en valor del patrimonio cultural es
equivalente a su uso social, al respecto expresa lo siguiente:
“La
puesta en valor o puesta en uso social, equivale a habilitar el patrimonio
cultural de las condiciones objetivas y ambientales, que sin desvirtuar su
naturaleza, resaltan sus características y permiten su óptimo aprovechamiento.
El programa incluye la valorización del patrimonio, como un proyecto que busca
aumentar su valor cualitativo tomando en cuenta las ventajas económicas
asociadas al mismo. Se trata de poner en productividad una riqueza inexplotada
que lejos de mermar su significado la acrecienta, pasándola del dominio
exclusivo de las minorías eruditas al conocimiento y disfrute de la mayoría de
la población” (2011).
La
puesta en valor es darle un uso ya sea simbólico o económico a las
manifestaciones culturales de una localidad. Además, busca adecuar y facultar a
los diversos factores que interactúan en una comunidad para estar conectados y
coordinados, disponer de los mecanismos que permitan sentar base y proponer
tácticas para usar el patrimonio cultural en beneficio de los habitantes de una
comunidad a la vez que se da a conocer para el deleite de los visitantes.
No se limita solamente a su
valorización, en ella debe estar presente la reparación, adecuación y
amoldamiento de instalaciones para que los recursos tanto tangibles como
intangibles puedan expresarse plenamente y en total libertad. Para este
cometido es necesario crear y constituir programas que le den una mayor
preponderancia a las manifestaciones culturales conformando todo un sistema de
conservación integral y participativa.
Puede
tener diversas connotaciones, la estética y la artística, la valoración
simbólica que tiene inmerso el aspecto socio cultural y la valoración desde el
área académica, todas son bien recibidas a la hora de ahondar en el minucioso
estudio de la puesta de valor de un bien patrimonial para llevarlo al sitial
que se merece como objeto de estudio, significación, admiración y como fuente
de atracción para captar turistas que brindarán igualmente su propia
perspectiva sobre la cultura como motivación turística.
Comprende
la interpretación y difusión de los significados aglutinados en un bien cultural,
y a partir de allí la comunidad en conjunto con otros actores deben elaborar
acciones para ejercer una aptitud en beneficio de su preservación y
conservación, es decir, asumir una gestión integral y participativa ya que son
responsables de su cuidado y manejo.
Sintetizando,
la puesta en valor de las manifestaciones culturales implica diversos factores
como la valorización, adecuación, coordinación, conexión y una gestión integral
y participativa entre todos los actores encargados de darle a los bienes
culturales el sitial que se merece dentro de una comunidad que debe ser la
primera beneficiada de las investigaciones y establecimiento de acciones que
tienen como finalidad generar una conciencia individual y colectiva que
significa que la comunidad asuma una actitud y aptitud que la comprometan a
resguardar y difundir los aspectos simbólicos y socio culturales de su acervo
cultural ya implica a su vez fortalecer su identidad cultural1.
Dicho
esto se debe entender que la puesta en valor no se trata solamente de habilitar
cómodos espacios para la recreación y esparcimiento de los turistas, primero
están los habitantes de la comunidad quienes son sujetos de la cultura, como
expresa Manrique (2011) la cultura son las maneras espontaneas en las que el pueblo
siendo sujeto de la cultura -no objeto- crea, recrea y vivencia sus
pensamientos, sentimientos, así como también sus valores2,
normas y costumbres, como igual la sabiduría que le viene del fondo de las
edades, y comunica, en el caso de nuestra venezolanidad, orígenes indios,
blancos, negros, campesinos y mestizos.
El
turismo es un instrumento que sirve para dar a conocer y expandir los bienes
culturales tanto tangibles como intangibles de una comunidad, pero se debe
tener nociones de antemano sobre cuales elementos culturales pueden beneficiar
la actividad turística, debido a que se corre
el riesgo de que algunas empresas turísticas en su afán por incrementar la demanda
de turistas y por ende el gasto turístico a veces se prestan para tergiversar
la música, bailes, danzas, festivales religiosos y otras manifestaciones
culturales dañando seriamente la esencia y significados de la cultura popular y
tradicional.
PARA LA PUESTA EN VALOR DE
LAS MANIFESTACIONES CULTURALES SE PUEDEN SEGUIR LOS SIGUIENTES CRITERIOS:
-Realizar una investigación
exhaustiva de una manifestación cultural, basándose en el estudio de sus
orígenes, evolución, significados, modificaciones, formas de apropiación a
través del tiempo y de aprovechamiento turístico controlado. Es la comunidad quien
en conjunto con los actores del turismo pueden ofrecer información sobre la
historia, técnicas y funciones de sus manifestaciones culturales, dejándole a
los turistas nociones acerca de la cultura popular y tradicional de los
pueblos.
-Constituir metodologías
para el mantenimiento y salvaguarda las manifestaciones culturales
acondicionándolas para un uso adecuado y en cumplimiento con normativas
culturales para el deleite de los turistas y ciudadanos. Además teniendo en
cuenta que son dinámicas y sufren modificaciones reversibles e irreversibles en
cuanto a tiempo y espacio donde se desarrolla, pero se debe velar para que sus
características esenciales se mantengan invariables y no sufran los efectos
negativos (transculturización) del proceso de aculturación.
-Establecer las condiciones
de uso necesarias para preparar y presentar ante los turistas y ciudadanos
espectáculos de música popular y tradicional, bailes y danzas típicas, teatro,
titiriteros, entre otras actividades culturales. Esto implica tomar en cuenta
la capacidad de carga para sustentar el mantenimiento integral del patrimonio
cultural, sus valores socio-culturales y de la calidad de vida de la comunidad
residente en el destino al mismo tiempo que la productividad y adaptación a la
actividad turística.
En
resumen la puesta en valor buscar incentivar a la población que reside en un
destino a que valore o incremente su grado de sensibilización hacia ciertos
elementos de naturaleza tangible e intangible que conforman su patrimonio
cultural y natural, siendo participe de la planificación que permita sustentar
la activación del patrimonio a través de un uso que enaltezca sus cualidades
históricas, espirituales y recreacionales a la vez que su conservación y
defensa integral, haciendo énfasis en los criterios que aseguren su uso en el
presente y para las generaciones futuras. Es primordial que la población esté
incluida en el proceso para la puesta en valor de su patrimonio cultural y
natural, pues es la que tiene mayor conocimiento sobre sus orígenes,
significados y usos y por ende de su preservación y conservación. Porque el
patrimonio cultural y natural no es solo una herencia y presencia estática de
una comunidad, sino que debe trasmitirse al resto del mundo e integrarse al
desarrollo turístico de la comunidad a la que pertenece. Los turistas podrán
asistir a eventos y festivales de música local o de danzas, ferias artesanales,
entre otros, acrecentando así su experiencia en el destino y posicionándolo
como un destino único y auténtico.
1.La
identidad sólo es posible y puede manifestarse a partir del patrimonio
cultural, que existe de antemano y su existencia es independiente de su
reconocimiento o valoración. Es la sociedad la que a manera de agente activo,
configura su patrimonio cultural al establecer e identificar aquellos elementos
que desea valorar y que asume como propios y los que, de manera natural, se van
convirtiendo en el referente de identidad (...) Dicha identidad implica, por lo
tanto, que las personas o grupos de personas se reconocen históricamente en su
propio entorno físico y social y es ese constante reconocimiento el que le da
carácter activo a la identidad cultural (...) El patrimonio y la identidad
cultural no son elementos estáticos, sino entidades sujetas a permanentes
cambios, están condicionadas por factores externos y por la continua
retroalimentación entre ambos (Bákula, 2000 citado por Moreno, 2006).
2.Los
valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en
función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos
ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un
comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más
apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa
es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo
que valen sus valores y la manera cómo los vive. Pero los valores también son la base para
vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular
nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa
(Jiménez, 2010).
AUTOR:
-Tabasca
León, Frank (2014). “Puesta en Valor de las Manifestaciones Culturales”.
Publicado en la revista regional MARABIERTO. Julio-Diciembre 2014, Nro. 2, Año
1. pp. 14-15. Instituto Autónomo de Cultura del Estado Nueva Esparta (IACENE).
La Asunción, estado Nueva Esparta, Venezuela.
0 comentarios :
Publicar un comentario