Nueva Ciudad de Cádiz, Cubagua

Primera de Suramérica con título. 12 de septiembre de 1528.

domingo, 31 de mayo de 2015

Manifiesto de Gómez - Francisco Javier Yanes.

Manifiesto de Gómez.


Estatua de Francisco Esteban Gómez, Santa Ana del Norte, 
isla de Margarita, s/f.



Francisco Javier Yanes



“Desde que Dios formó el Universo o vasto país en que habitan los viadores (hace ya el espacio de seis mil y más años) están enumeradas las revoluciones que lo han afligido, y que han de humillar y destruir la especie humana.


“Venezuela ocupa la última página de esta historia lamentable.


“El 19 de abril de 1810 entonó el himno sacrosanto de la libertad, y en tres periodos remarcables ha hecho los más fuertes sacudimientos para obtener su completa emancipación. Jornadas muy gloriosas, acciones brillantes y distinguidas son las pruebas más ineluctables del valor venezolano.


“La isla Margarita, parte integrante, y hoy muy principal de loa pueblos confederados, levantó igualmente el estandarte del honor y de la gloria, y siguió los pasos de sus conciudadanos. El 4 de mayo de aquel año depuso con la mayor moderación al mandatario peninsular, el mismo que a la entrada de Monteverde en Caracas fue el cómitre destinado para afligir en las bóvedas y pontones de Puerto Cabello, entre otros americanos, a los hijos de Margarita.


“Cartagena promueve la reacción del año de 1813, y un jefe con los sufragios del pueblo, destruyó al intruso tirano, y rompe las cadenas de sus hermanos oprimidos. Todos bendicen la obra del Libertador, y desean que ella sea tan durable, como fue pronta en su formación.


“Mas el genio del mal aparece otra vez en esta comarca: se abre una nueva campaña, y después de mil triunfos y proezas, cae el mismo pueblo bajo el yugo de un aborto del infierno, teniendo que salvarse sus restos por la emigración que emprendió por ásperos caminos, en una estación calamitosa, para trasladarse a las Antillas, en donde han presentado al hombre sensible un cuadro el más lastimoso, pues que ninguno ha podido ver sin emoción una multitud de personas honradas y pudientes, que antes buscaban con quien distribuir su fortuna, vivir para conservar una mísera existencia solo por la merced de extranjeros, cuya generosidad fue tan franca, como obligatoria al reconocimiento de los buenos americanos. Si algún día la providencia condolida de sus padecimientos se digna concederles la bien merecida carta de Manumisión, y que puedan formar un gobierno justo y liberal, que afianze para siempre los derechos inalienables del hombre; ellos podrán y sabrán remunerar con distinguidas recompensas los beneficios y hospitalidad que han recibido de algunas colonias.


“Una tercera época de redención se presenta en favor del pueblo disperso; el mismo redentor triunfa de los opresores en el mar, y en esta tierra de libertad; pero nuevos acontecimientos hacen que no se crea cerrado el circulo de la revolución. La furiosa lava de este volcán continúa sus erupciones, más los amantes de la independencia, deseosos de este bien, y ambiciosos de su libertad; queriendo tomar asiento entre las naciones que cubren la tierra, y a gozar de todos los beneficios que emanan de esta, se han resuelto a todo por conseguir tamaños bienes, y así la muerte no les espanta, y sólo la consideran como un descanso que pondrá fin a una vida agravada con la servidumbre, y cubierta con la ignominia.


“A pesar de tan nobles sentimientos, de tan generosas y liberales ideas no faltan americanos desnaturalizados, que bien avenidos con la servidumbre, se prosternan servilmente ante los ídolos que existen en la Iberia y que sólo pueden, conocerse en este mundo por los órganos del fanatismo, del error y la superstición, sin conocer ellos mismos los males que atraen sobre el suelo de su nacimiento, y sobre sus propias personas. Pero a estos seres degradados, y envilecidos es preciso advertirles que sobre sus cabezas penden agudas espadas, y que a sus pechos amenazan los afilados puñales de los libres. Un grito universal conspira a borrarlos de los nobles seres que hermosean la naturaleza. La alternativa de los hijos de la Gran Colombia es, Morir o Vencer, aunque ya es preciso decir por esta vez, que en medio de los azares de la guerra, cuando la Margarita contaba con algunos pueblos de la parte oriental del continente, advierte que algunos de ellos han intentado y de hecho se han sustraído, de la noble federación venezolana, solo por vanos temores, terror, pánico, espanto de los fantasmas.


“La ciudad de Cariaco ha sucumbido de un modo inconcebible, y sus desórdenes pueden trascender a los pueblos comarcanos. La Margarita por conservar la unidad que salva los estados, recibió en su seno al Gobierno Supremo de Venezuela convocado por el General Mariño; y el 31 de mayo último a los doce días de su instalación se ausenta en nuestra escuadra con dirección a Maturín. La isla fluctuando sola en los peligros, bloqueada en el día por dos corbetas y cinco bergantines; amenazada en fin por un grande ejército y nuevas fuerzas navales, ha ratificado sin embargo el juramento que hizo el 17 de noviembre, y no duda que tendrá ahora el buen éxito que entonces, cuando en diez acciones campales batió la formidable fuerza del General Morillo.


“Tres mil republicanos que han admirado al mundo por su constancia y valor se hallan en el día con las armas en la mano decididos a resistir a todo trance las pretensiones y choques de la tiranía. La Margarita podrá ser reducida a cenizas, pero no esclavizada. El enemigo ha jurado su exterminio y amenaza que muy pronto vendrá a pasearse por sus terrenos, gloriosos campos de Marte; y en tal conflicto ella suplica a las naciones imparciales y despreocupadas vuelvan a fijar su vista en la nueva lucha que sin duda será muy terrible que la que caba de sostener, y que sirvió de espanto, terror y confusión al mismo pueblo que pretendió esclavizarla.


“Naciones grandes y generosas! No permitáis que las falanges de nuestros asesinos acaben de consumar la obra de iniquidad y de exterminio que pretenden, ni que cubran de llanto y luto a los pacíficos moradores de Margarita solo porque no quieren ser esclavas de la nación más bárbara del globo. Conduélanse los hombres justos y filantrópicos de este siglo de luces y razón de un pequeño y pobre pueblo que ha sabido dar al mundo culto lecciones sublimes de civismo, en el concepto que si le dispensaren los auxilios de que necesita para la defensa a que se prepara, jura a presencia de los cielos y la tierra que los ejemplos de la valerosa Grecia, con todo el brillo con que se hizo admirable en el universo, poco excederán a los que se prepara a dar el pueblo margariteño, y no habrá sacrificio que no tribute a la justa libertad que en el siglo XIX ha proclamado el nuevo mundo. Ciudad de la Asunción de Margarita, junio 23 de 1817.—7mo. Francisco Esteban Gómez”.





FUENTE:
-Yanes, Francisco Javier (1998). “Historia de Margarita y Observaciones del General Francisco Esteban Gómez”. Tercera edición. pp. 112-115. Edición especial: Fundación Margarita 500 años. Editorial Raidis, La Vecindad, Isla de Margarita, estado Nueva Esparta, Venezuela.




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