Nueva Ciudad de Cádiz, Cubagua

Primera de Suramérica con título. 12 de septiembre de 1528.

domingo, 10 de agosto de 2014

CUBAGUA - La primera rebelión indígena

La primera rebelión indígena


    Reacción de los indígenas, contra frailes y soldados, después de las masacre de Gonzalo de Ocampo en 1521.
    Cuadro de Theodore de Bry.


Estamos en Cubagua en 1519, en el sitio había sólo una ranchería de enramadas, muy pocas casas de piedra y palmas y algunos toldos. Trescientos españoles vivían ahí y uno de ellos, llamado Antonio Flores, era su alcalde. Lo había nombrado así Rodrigo de Figueroa, juez territorial en La Española, a quién Flores había servido como criado.

Junto a los españoles mal vivían numerosos indios, la mayoría cumanagotos, que habían sido atrapados en las costas que van desde Santa Fe hasta Paria, y que eran obligados a trabajar en la extracción de ostras para sacarles las perlas. Eran los indígenas de Cumaná, de Cariaco y Maracapana, del Neveri y de Uñare, donde los españoles llegaban para esclavizarlos y conducirlos a Cubagua.

El régimen de explotación era una desmesura, los indígenas estaban obligados a un buceo sin descanso, y sólo podían comer algo y tomar agua al final de la jornada. El alcalde Flores ordenaba matar a todo indígena que se revelara. Así mató al cacique de Cariaco que le reclamó una conducta tan desconsiderada, aperreó a niños y le cortó la mano al hijo de un cacique de Santa Fe (al que llamaban: Toronima, Toronaima o Toronoima).

En diciembre de ese año estalla la rebelión indígena que continuó durante el año siguiente por toda Maracapana, Cumaná y Santa Fe. Los indígenas atacan misiones, convenios, casas fuertes y naves, más de un centenar de españoles fueron muertos en los ataques, entre ellos tres capitanes de armadas, y luego asaltan Cubagua a la que ya le habían cortado el suministro de agua.

El alcalde Flores y los españoles que lo acompañaban, frente a las noticias del alzamiento indígena y la imposibilidad de obtener refuerzos, deciden abandonar la isla y huyen en las embarcaciones con las que acarreaban agua hacia La Española. En Cubagua quedan pipas de vino y provisiones de comida que son tomadas por los alzados, las chozas son incendiadas. Se requerirá de otra armada española para retomar la isla y fundar a la que llamaron Nueva Cádiz.


Porque por el cuartel fue Nieto,
Toronima con cobra de cincuenta
ponia sus contrarios en aprieto.
y andaba la batalla muy sangrienta.
abolla la celada, rompe el peto,
animo, llama, hiere, desatienta,
rompe pechos, cabezas, las espaldas,
derriba grandes copias de guirnaldas.

Más antes que llegase la pujanza
de indios que por el eran llamados,
Nieto rompió por medio de la matanza,
de los suyos andaban mal parados.
Metiéndoles los fijos de la lanza
por entrambos ijares o costados;
cayó con un grandísimo gemido,
de las armas y vida despedido.

Con estas esperanzas los dejaron
sin ellos sospechar el mal futuro,
y parte de los indios se quedaron
cuasi por apariencia de seguro;
Otros con Toronoima se juntaron,
cacique principal, cruel y duro,
Para ser dél en la traición intrusos
y en parecer solo resolutos.

Aquí llegaron furias infernales
para la ejecución del caso feo,
Estimulando mas estos bestiales
a tan cruel y pérfido trofeo;
Y ansí las insolencias fueron tales
que vencieron aun a su deseo;
y algunos que miraban a mas lejos
estaban ya confusos y perplejos.

Juan de Castellanos, “Elegías de varones ilustres de las indias”.




Bibliografía

-IPC (Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela), s/f.



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