La Casa
Amarilla
La Casa Amarilla
está situada en Pampatar, frente a la plaza Mariño. Es una hermosa construcción
que data desde la época colonial. En su edificación se empleó principalmente
piedras provenientes de las canteras del pueblo. El lado que mira al Este tiene
aún la piedra al descubierto, como era la usanza de ese tiempo, siendo de una
imponencia impresionante.
El zaguán de la
Casa Amarilla era de canto rodado de colores blanco y negro.
El 8 de mayo se
reunió el Congresillo de Cariaco. Ante la amenaza
de la próxima invasión de Morillo, el Congresillo
de Cariaco se disolvió. Designó La Asunción como «Capital Provisional de la
República», «por estar más proporcionada en las actuales circunstancias» y por
su «fácil y libre comunicación». Clausurado el Congresillo se trasladaron a
Margarita tanto el Poder Ejecutivo como el Judicial los cuales se instalaron en
Pampatar no «en una casa cualquiera bautizada con el nombre de Palacio de
Gobierno» como peyorativamente afirma Lecuna, sino en hermosa mansión propiedad
de la familia Villalba, tradicionalmente conocida como «La Casa Amarilia».
En esta mansión,
antes de ser sede del gobierno designado en Cariaco, funcionó la Logia
«Corazones Unidos» en la que «a poco de haberle salvado la vida del al futuro
Libertador de Colombia en Barcelona», se refugió Mariño.
«Los francmasones,
sus hermanos, lo acogieron y relevaron de un fin análogo al que le hubiese
cabido al vencedor en El Juncal y San Félix». En el Palacio Federal de Pampatar
se lanzaron varios acuerdos: uno, dándole el nombre de Nueva Esparta a
Margarita de fecha 12 de mayo de 1817 y firmado por los honorables presidentes
Cortés, Maíz y Zea; otro, decretando la Ley Marcial, un tercero, sobre el uso
de las banderas en los buques de guerra de la República de Venezuela de «siete
estrellas azules en campo amarillo en representación de sus siete Provincias y
los mercantes sólo la tricolor», otro, concediendo privilegios al comercio de
Estados Unidos e Inglaterra y algunas otras medidas de orden interno.
La Casa Amarilla
perdió el color que la nominara y tiene cambiada su arquitectura interna, no
así la externa que se conserva.
Bibliografía
-Subero,
Jesús Manuel. “Monumentos históricos de
Pampatar”. Porlamar,
Editorial Pontevedra CA., 2009.
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